La Cámara quiere que el canon por la desalación privada reduzca el coste del agua industrial, comercial y turística
- La Cámara de Comercio de Lanzarote ha presentado hasta cuatro escritos de alegaciones desde el año 2011 para que se permita la producción privada de agua para autoconsumo, sujeta a los condicionantes que estimen los órganos responsables.
- El canon resultante de esta actividad debe reinvertirse en fines propios de la gestión integral del agua, que sirvan para abaratar su coste final.
Arrecife, 17/01/19.- La aprobación del Plan Hidrológico de Lanzarote abre la puerta a una antigua reclamación de los empresarios locales. La Cámara de Comercio de Lanzarote, que durante años ha presentado alegaciones, junto a otras organizaciones, para que se permita la producción de agua de forma privada para el autoconsumo, califica la medida de sentido común. Desde el año 2011 la Cámara de Comercio ha enviado hasta cuatro escritos de alegaciones en defensa de la desalación privada, bajo las condiciones y requisitos de calidad y vigilancia que se estipulen, y sujeta a un canon que se utilice para fines de la gestión propia del ciclo integral de agua. La misma postura la ha defendido el ente cameral en sus intervenciones en el Consejo de Reserva de la Biosfera.
La Cámara considera que reinvertir ese canon en otros fines, tal y como ya se ha puesto sobre la mesa públicamente, no se ajusta a la norma, por lo que propone que se destine a reajustar el sistema de tarifas del agua. Dado que el agua doméstica y agrícola son las más baratas de Canarias, según la información ofrecida por el Consorcio del Agua de Lanzarote, los empresarios proponen que ese canon se reinvierta en mejorar la competitividad empresarial de las empresas de Lanzarote, abaratando el coste del agua industrial, comercial y turística. Este ahorro supondría un impulso a la industria, que actualmente se ve afectada por los altos costes que sostiene.
Existen grandes consumidores de agua que, por sus características, no pueden estar sometidos a problemas de continuidad de suministro o mala calidad del agua y deben tener la posibilidad gestionar su producción para autoconsumo. Esto no es incompatible con el establecimiento de un sistema de aportaciones económicas para sufragar el conjunto del sistema, así como el cumplimiento de las condiciones sanitarias y medioambientales que desde el Consejo Insular de Aguas pudieran establecerse, tanto para la captación, como para tratamiento y vertido.