Una comunidad portuaria unida por el futuro de las empresas
Artículo de opinión del presidente de la Cámara de Comercio de Lanzarote y La Graciosa, José Torres Fuentes.
La unión es imprescindible para avanzar, siempre lo fue, pero ahora lo es más. Ante la situación excepcional que atravesamos en estos momentos, resulta inconcebible que cada uno vaya por su lado metiéndole el dedo en el ojo al de al lado. Así no. Ahora más que nunca es de vital importancia “hacer piña” porque lo que estamos viendo no es una crisis normal, es mucho más que una crisis de aquellas a las que estábamos acostumbrados y nuestro sistema productivo tardará mucho tiempo en recuperarse. Digo esto en alusión a las medidas anunciadas por Puertos del Estado. Unas medidas que se quedan demasiado cortas en los plazos y que no van a servir, ya que las medidas deberían ir más allá del medio plazo, más allá de los seis meses, para lograr sortear el gran problema que va a provocar la falta de actividad en los puertos. Una gran parte de la flota está amarrada y ya se empiezan a ver barcos de mercancías que van al cincuenta por ciento de su capacidad y esto es solo el principio.
Desde la Cámara de Comercio de Lanzarote y La Graciosa proponemos que se ponga en marcha un grupo de trabajo formado por toda la comunidad portuaria y coordinado por la Autoridad Portuaria de Las Palmas, que es el órgano director. Un órgano unido y sin fisuras donde se puedan sentar todas las partes para diseñar una estrategia consensuada capaz de abordar el problema que se presenta.
Y ya que estamos, ese órgano representativo de la comunidad portuaria tendría que aprovechar para poner en marcha una herramienta que se exige desde hace años: la estrategia de comercialización y promoción de TODOS los puertos de la Autoridad Portuaria de Las Palmas. Una asignatura pendiente y muy necesaria.
Nuestros puertos necesitan ser competitivos ante el actual panorama y para ello, otra de las necesidades no menos importantes es garantizar la pluralidad de servicios.
Confío en que lo logremos porque nunca antes fue tan necesaria la unión.